EL MEJOR REGALO DE TODOS NO SIEMPRE ES EL MÁS CARO

– ¡El Mario 4! ¡Toma ya! Gracias Rai
– ¡el super drive 3! ¡guauuuu! Gracias Sere
– ¡abre otro, abre otro!
– voy… Dios, qué nervios
– venga, rompe el papel
– ¿esto qué es? ¿una libreta con boli? ¡Otro, otro!
– ¡un drooooooooon! ¡Toma ya! Gracias Juan
– ¡Diooooos, el GTA7! ¡Toma ya! gracias Cata
-¡Eeeeeehhhh! ¡Las zapatillas con ruedas! gracias Dani
– ¡Miraaaaaaa, las pelis de Deep Note! ¡Qué pasada! gracias Luiyi
– ¡La camiseta de Messi! ¡siiiiiiiiiii! gracias pelos
– ¡cumpleaños… Feliz… Te deseamos todos…!
– ¡Pongamos la play!

El día había sido muy intenso para él y se había quedado dormido, completamente agotado. Su madre le tapó con la sábana y recogió los papeles arrugados del suelo… Entre ellos vio la libreta y el boli que Abdoul le había comprado con su propio dinero…
– Algún día, querido hijo – pensó su mamá, dejando la libreta y el boli en la estantería, donde su hijo había dejado los demás regalos – comprenderás que los mejores regalos no son los más caros… ¡Algún día!
Después recordó la cara de ilusión de Abdoul al entregarle el regalo que tanto esfuerzo le había costado comprar en el chino,con su poquito dinero, besó a su hijo en la frente, y salió de la habitación.

Ya entendería más adelante… Aún era «sólo» un niño

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